Esta
semana han tenido lugar las jornadas de formación educativa
organizadas por la Asamblea de Estudiantes de Enseñanzas Medias de
Albacete con el apoyo de docentes en el Centro Joven.
El
lunes a primera hora comenzábamos con las charlas de historia del
movimiento estudiantil y feminismo en las aulas con dos estudiantes
miembros de la asamblea como ponentes, que no solamente hicieron un
recorrido cronológico sobre los principales acontecimientos,
personajes referentes y, pequeñas y grandes victorias frente al
machismo y las trabas puestas a la libertad de expresión en las
universidades; sino que también favorecieron desarrollo de un debate
en el que todas las personas asistentes pudieron participar dando su
opinión y contando sus vivencias, entre las que se encontraban
“pequeñas” agresiones machistas tanto por parte de sus
compañeras de clase como del profesorado.
En
el segundo día de las jornadas formativas pudimos asistir a una
charla sobre la LOMCE de la mano de Javier de la asamblea de docentes
y profesor de historia y geografía. Conocimos así en qué consiste,
realmente, la pérdida de calidad, la mercantilización de la
educación actual y, las estrategias empresariales que quieren
introducir en la educación pública para empobrecerla y adoctrinar a
las generaciones venideras y así, explotarlas y acostumbrarlas a la
precariedad. El debate fue muy productivo y pudimos compartir
opiniones, ideas y el rechazo absoluto fue evidente.
Después
asistimos a una charla sobre neurodiversidad en las aulas, con una
compañera de la asamblea de medias como ponente. Conocimos así en
qué consiste la neurodiversidad y a qué se enfrentan las personas
neurodivergentes. Tratamos también la propuesta de aulas
neurodiversas, incompatibles con las políticas educativas actuales
que imposibilitan una educación basada en la diversidad y el
respeto.
Finalmente,
en la mañana del miércoles, cubrimos el tema de la Formación
Profesional y del decreto del 3+2. Por un lado, la implantación del
modelo de Formación Profesional alemán solo podría funcionar en
una economía en auge, cosa que no pasa aquí, y supondría la
división del alumnado desde muy corta edad en diferentes categorías
de prestigio, creando una sociedad tremendamente dividida, elitista y
con una educación empresarial que conduce a las estudiantes a la
precariedad y la explotación. Al mismo tiempo, el 3+2, que encarece
los estudios universitarios creando enormes diferencias entre el
alumnado que puede permitirse dos años de máster y el que no, es
otro atentado a los derechos del estudiantado y de nuevo, un guiño a
los intereses de las grandes empresas.
En
estos últimos debates hablamos sobre cómo debíamos actuar para
apoyar la creación de las aulas neurodiversas y para evitar la
implantación del 3+2 y del modelo de FP alemán. La conclusión
está clara: luchar por nuestros derechos y una educación gratuita,
laica, feminista y de calidad que enseñe al alumnado a respetar la
diversidad y luchar por los derechos y el bien común.